El río que se secaba los jueves
Víctor González.
Pablo Amargo.
Ed. Anaya.
Imperdible.
Texto e ilustración se acompasan.
¿Por qué el caballo no tiene dos cabezas
o por qué las tiene?
Y me pregunto (en general) :
¿Por qué no se ilustran todos los buenos textos,
las buenas novelas, los buenos relatos,
los buenos cuentos, los buenos poemas…?
¿Por qué dejamos textos sin acompasar?
¿Por qué dejamos imágenes sin acompañamiento?
Dos de sus cuentos se inician así:
Los poetas, lo impredecible, las flores.
«Los poetas son impredecibles.
Nunca sabes por dónde te van a salir.
Por eso los editores los temen.
Les tienen pánico…»
La mujer que perdía el alma.
«Una mujer madrileña
perdía el alma cada dos por tres.
No era un caso raro.
Algunas personas
pierden el alma una vez y para siempre;
otras dos o tres veces
a lo largo de su vida
y la vuelven a encontrar…»