«No puedo oír mi nombre acompañado por el horrible calificativo de poetisa, sin sentir vivos deseos de desaparecer, cuando no de agredir al autor de la desdichada frase». Ernestina de Champourcin
Allá por el verano de 2015 le presenté una propuesta a Barbara, de la editorial Barbara Fiore. Se trataba de una selección de poemas de poetas mujeres hispanas y latinoamericanas y ella dijo que sí, pero publicar poesía es una aventura incierta, y pasaron los años, –con la certeza para mí–, de que este día llegaría.
Hoy es un día inesperado, un día para compartir.
Así que hace un tiempo retomamos el proyecto, ha sido un camino largo, en el que los versos los siento más míos, en el que los poemas han ido cobrando otro significado.
El 22 de octubre Barbara y yo corregimos literalmente la última coma, diecinueve días después ella nos dejaba, también de forma inesperada.
Al llegar los libros a casa, mis emociones han sido contradictorias, ya que Barbara no llegó a ver la delicadeza con que han sido impresas nuestras «Inesperadas», y nunca podré hacer esa llamada para decirle GRACIAS y buen trabajo, porque los libros no solo son de quien los escribe, los recopila y los ilustra también son de quien los edita y Barbara siempre editó de manera poética. Ahora es Francisco quien prosigue y continúa la labor que ambos iniciaron juntos. Así que hoy escribo para compartir esta alegría y esta pena, este compartir a medias.
La mirada de Alejandra Acosta completa este trabajo y yo estoy maravillada.
En esta propuesta, como ya he dicho, he tratado de rescatar poetas hispanas y latinoamericanas imprescindibles y, sobre todo, —algunos de sus poemas menos accesibles—.
Así que he incluido en esta antología autoras más desconocidas para el gran público junto a grandes nombres, siempre atendiendo a su calidad literaria, con el objetivo de divulgar su poesía e incentivar las ganas de leer más a cada una de ellas, treinta y cinco en total.
Por supuesto, en esa selección no están todas las que son, eso sería imposible e interminable, pero una de mis premisas fue huir de lo publicado en antologías o recopilaciones recientes; escoger poemas que otros/as ya habían seleccionado hubiese sido una tarea relativamente fácil, pero eso no es lo que hice y creo que ese es el posible valor de esta selección.
Incluso algunos poemas que en un principio había escogido, finalmente fueron sustituidos por otros que no hubiesen aparecido en las sucesivas antologías que se publicaron antes de que este proyecto viera la luz, –ya que cuando le envié la propuesta a Barbara en 2015– apenas había recopilaciones de este tipo o por lo menos muchas menos–. Muchas autoras que en un primer momento no incluimos porque nos parecía imposible conseguir los derechos de edición, finalmente fueron incorporadas como, por ejemplo, Violeta Parra.
Mi intención en cierto modo ha sido una manera de reivindicar esos libros y esas autoras, cuya obra en muchos casos está descatalogada y, quizás, animar a su reedición, ha sido una tarea larga, ha habido que conseguir los derechos de cada uno de los poemas, en esa tarea, Barbara, Inés Puig y yo misma nos asomamos a un mundo nuevo…
A esta selección se suma el componente visual.
Barbara Fiore es una editorial que desde siempre ha apostado por los libros y álbumes ilustrados; es la característica principal que los ha diferenciado desde sus inicios, y en este caso, mantuvieron su esencia, pero tampoco querían que la fuerza de los poemas se viera diluida entre imágenes, así que Barbara pensó que lo mejor era que el relato gráfico estuviese solamente en las páginas centrales del libro.
Contactaron con Alejandra Acosta, ilustradora chilena, galardonada entre otros con la Medalla Colibrí de IBBY Chile por Ilustración en 2015, 2013 y 2012; y premiada en la categoría New Horizons en la Feria Internacional de Bolonia en 2017, quien decidió que el relato gráfico fuese lineal y realizó un poema visual que encierra las características generales y simbólicas de los textos.
Todo ello, desde mi punto de vista, claro, envuelto en una delicada edición, cuando los libros llegaron a casa me emocioné, porque una cosa es la maqueta en pdf y otra, tocar el formato final, un libro pequeño, con un papel muy especial, una cuidada encuadernación y un lomo con las esquinas redondeadas que le confiere un aspecto de libro-objeto.
Poesía en la forma, en el contenido y en el diseño.
Agradecida por este maravilloso regalo.